La flor roja y el tallo verde

13 de abril de 2010

Os dejamos un bonito cuento para reflexionar sobre el papel de la escuela en la creatividad de los más pequeñ@s, recogido por Aníbal de la Torre en su bitácora, convertido ya en un clásico:

"Una vez el pequeño niño fue a la escuela. Era muy pequeñito y la escuela muy grande. Pero cuando el pequeño niño descubrió que podía ir a su clase con sólo entrar por la puerta del frente, se sintió feliz. Una mañana, estando el pequeño niño en la escuela, su maestra dijo:
- Hoy vamos a hacer un dibujo.
- Qué bien - pensó el niño, a él le gustaba mucho dibujar, él podía hacer muchas cosas: leones y tigres, gallinas y vacas, trenes y botes. Sacó su caja de colores y comenzó a dibujar.
Pero la maestra dijo:
- Esperen, no es hora de empezar, y ella esperó a que todos estuvieran preparados.
- Ahora, dijo la maestra, vamos a dibujar flores.
- ¡Qué bien! - pensó el niño, - me gusta mucho dibujar flores, y empezó a dibujar preciosas flores con sus colores.
Pero la maestra dijo:
- Esperen, yo les enseñaré cómo, y dibujó una flor roja con un tallo verde. El pequeño miró la flor de la maestra y después miró la suya, a él le gustaba más su flor que la de la maestra, pero no dijo nada y comenzó a dibujar una flor roja con un tallo verde igual a la de su maestra.
Otro día cuando el pequeño niño entraba a su clase, la maestra dijo:
- Hoy vamos a hacer algo con barro.
- ¡Qué bien! pensó el niño, me gusta mucho el barro. Él podía hacer muchas cosas con el barro: serpientes y elefantes, ratones y muñecos, camiones y carros y comenzó a estirar su bola de barro.
Pero la maestra dijo:
- Esperen, no es hora de comenzar, y luego esperó a que todos estuvieran preparados.
- Ahora, dijo la maestra, vamos a dibujar un plato.
- ¡Qué bien! pensó el niño. A mí me gusta mucho hacer platos y comenzó a construir platos de distintas formas y tamaños.
Pero la maestra dijo:
-Esperen, yo les enseñaré cómo, y ella les enseñó a todos cómo hacer un profundo plato.
-Aquí tienen, dijo la maestra, ahora pueden comenzar. El pequeño niño miró el plato de la maestra y después miró el suyo. A él le gustaba más su plato, pero no dijo nada y comenzó a hacer uno igual al de su maestra.
Y muy pronto el pequeño niño aprendió a esperar y mirar, a hacer cosas iguales a las de su maestra y dejó de hacer cosas que surgían de sus propias ideas.
Ocurrió que un día su familia se mudó a otra casa y el pequeño comenzó a ir a otra escuela. En su primer día de clase, la maestra dijo:
- Hoy vamos a hacer un dibujo.
- Qué bien, pensó el pequeño niño y esperó que la maestra le dijera qué hacer.
Pero la maestra no dijo nada, sólo caminaba dentro del salón. Cuando llegó hasta el pequeño niño ella dijo:
- ¿No quieres empezar tu dibujo?
- Sí, dijo el pequeño ¿qué vamos a hacer?
- No lo sé hasta que tú no lo hagas, dijo la maestra.
- ¿Y cómo lo hago? - preguntó.
- Como tú quieras, contestó.
- ¿Y de cualquier color?
- De cualquier color, dijo la maestra. Si todos hacemos el mismo dibujo y usamos los mismos colores, ¿cómo voy a saber cuál es cuál y quién lo hizo?
-Yo no sé- dijo el pequeño niño, y comenzó a dibujar una flor roja con el tallo verde."

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Mejorar la conducta infantil

21 de marzo de 2010

Es desobediente, insulta con frecuencia, miente y se muestra agresivo con quienes le rodean. Estos son algunos de los síntomas característicos de los niños con problemas de conducta. Padres y educadores deben enfrentarse a tiempo a estos comportamientos perturbadores para evitar que se intensifiquen en la adolescencia. Para ello, cuentan con distintas técnicas y estrategias de modificación de conducta que, utilizadas con destreza, les ayudarán a controlarlas o eliminarlas.
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Problemas más frecuentes
Pautas generales
Técnicas de intervención
El castigo

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Mejorar la conducta infantil: problemas más frecuentes


En los últimos años se ha registrado en nuestro país un aumento considerable de los trastornos de comportamiento en niños y adolescentes. María Jesús Mardomingo, jefe de Psiquiatría Infantil y Juvenil del hospital Gregorio Marañón, afirma que las razones del aumento de la frecuencia y gravedad de estos trastornos no están muy claras, pero "coinciden con un mayor desarrollo económico y con una disminución de los logros académicos y educativos de los estudiantes, así como con el cambio en la estructura y los modelos de familia". Como define esta especialista, los trastornos de conducta se caracterizan por la transgresión de las normas sociales y de relación interpersonal aceptadas por un grupo, "tienen una dimensión agresiva, antisocial y retadora, algo que es profundamente perturbador para los demás".

En el desarrollo evolutivo del niño es normal que, en ocasiones, se detecten estas conductas agresivas, desafiantes, de oposición o desobedientes. Las pautas educativas habituales logran en general erradicar estos comportamientos. Sin embargo, en algunos niños, estas actitudes son perseverantes en el tiempo y se incrementa su frecuencia y magnitud a medida que el infante crece. En estos casos, es necesaria una intervención temprana de padres y docentes para evitar que estas conductas aumenten y evolucionen hacia trastornos más graves en la adolescencia.

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Mejorar la conducta infantil: pautas generales

Las investigaciones y estudios sobre el comportamiento infantil apuntan a distintos aspectos como generadores de conductas adecuadas. Estos sirven de punto de partida a los padres para evitar el desarrollo de comportamientos disruptivos en los más pequeños. Uno de los más importantes es mantener un buen vínculo afectivo con los progenitores. Dedicar tiempo suficiente a estar juntos en edades tempranas, jugar con ellos, prestar atención a sus conductas y ejercer el control sobre ellas cuando sea necesario.

Es fundamental también poner límites a las demandas de los niños desde muy pequeños y mantenerse firme en ellos. Es una de las mejores formas de establecer unos hábitos de conducta adecuados, que el niño utilizará como referente en su comportamiento posterior. El pedagogo Jesús Jarque, autor de distintos manuales para padres sobre conducta infantil, precisa que "establecer límites es concretar qué se espera de él y qué no y, en caso de que los límites se traspasen -advierte-, hay que adoptar medidas".

La atención juega un papel primordial en el control de la conducta de los niños. Tan importante es prestarle la suficiente atención cuando se comporta de forma adecuada y halagarle por ello, como retirarla cuando el comportamiento sea negativo. Jarque puntualiza que el comportamiento inadecuado de los niños se desarrolla con frecuencia "para llamar la atención de los padres, ya que comprueban que hay una desproporción entre la forma de actuar de ellos cuando se portan mal y cuando se portan bien". Si las actuaciones inadecuadas son las únicas que atienden los progenitores, el pequeño, ante la necesidad de atención, reforzará éstas en detrimento de las buenas conductas.

Entre otras pautas básicas recomendadas por los especialistas, destacan las siguientes:

  • Claridad: cuando se dan instrucciones al niño, es importante ser claro y preciso. No es lo mismo decirle "pórtate bien" o "no te portes mal", que decirle qué es correcto o incorrecto.
  • Coherencia y constancia: si los padres recriminan un comportamiento de sus hijos, deben hacerlo siempre que lo detecten, no en ocasiones, y ser conscientes de que el infante observa su entorno y lo imita. No sería correcto desaprobar una conducta que contempla de forma habitual en su familia.
  • Consenso y complicidad: es necesario que todos los miembros de la familia o fuera de ella con responsabilidad sobre el niño apliquen las mismas pautas sobre su comportamiento. Todos deben permitir o no las mismas actuaciones.
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Mejorar la conducta infantil: técnicas de intervención

Cuando se detectan problemas de conducta habituales en los niños, su educación se convierte en una ardua tarea para padres y educadores. Para intentar disminuir estos malos comportamientos y fomentar actitudes más adecuadas, los adultos pueden aplicar distintas técnicas, avaladas por investigaciones y estudios en el ámbito de la psicología y pedagogía, destinadas a la modificación de la conducta.

Es fundamental partir de la premisa de que cada niño tiene su propia personalidad y sus hábitos conductuales pueden estar motivados por distintos factores, ya sean genéticos, ambientales o afectivos y emocionales. Antes de aplicar cualquier técnica, hay que analizar con detenimiento las causas del comportamiento infantil y actuar en función de éstas, ya que algunas estrategias pueden funcionar muy bien con ciertos perfiles y, sin embargo, resultan ineficaces con otros niños.

A continuación, se exponen algunas de las técnicas usadas con más frecuencia en el ámbito escolar y en el hogar:

  • Refuerzo positivo y negativo: se utiliza para conseguir que el niño se habitúe a una conducta positiva. Es aconsejable darle algo que le gusta cuando su comportamiento es adecuado y evitarle una situación o tarea que le desagrada. En ambos casos, obtiene un beneficio por comportarse de manera correcta y es probable que lo repita para alcanzar la recompensa.
  • Economía de fichas: esta técnica se utiliza tanto en grupo en el aula, como de forma individual en casa. Se aplica para favorecer el desarrollo de buenas conductas y disminuir las no deseadas. Consiste en trazar un plan junto con el niño para entregarle reforzadores (fichas, monedas, gomets...) cuando efectúa las conductas pactadas de forma previa (recoger su cuarto, hacer las tareas, atender en clase, etc.). Si consigue un determinado número de fichas, las puede canjear por un premio mayor (una golosina, un juego o una actividad lúdica, entre otros). Es necesario aclarar con el niño qué conductas se tienen que corregir, asi como los premios que puede conseguir, y reflejar su evolución en un cuadro u hoja de registro. Esta técnica se puede usar con la de "coste de la respuesta", que implica la retirada de fichas o reforzadores cuando se desarrollen conductas no deseadas.
  • Tiempo fuera: se retira al niño a un lugar que carezca de estímulos positivos para él. Se utiliza ante rabietas o comportamientos inadecuados persistentes. Hay que apartarle a otro lugar de forma pausada y tranquila, mientras se le expliqua que cuando corrija su actitud podrá volver al espacio físico anterior. En los más pequeños, el tiempo debe limitarse a cinco o seis minutos.
  • Principio de Premack: esta teoría, formulada por el psicólogo estadounidense David Premack, incide en que las actividades que más gustan a un niño pueden utilizarse para reforzar otras que le resultan más desagradables. Es una modalidad de reforzamiento positivo para aumentar la frecuencia de conductas apropiadas. Es imprescindible conocer las actividades preferidas del niño y utilizarlas como objeto de cambio por la conducta apropiada (ver la televisión si antes termina los deberes, aumentar las horas de uso del ordenador si no se distrae en clase). El objetivo es que el menor entienda que si hace las cosas bien se puede beneficiar, frente al hecho de saber que, si se porta mal, puede recibir un castigo.
  • Saciedad: llevar al límite una conducta inadecuada del niño puede conducir a que una situación que, en principio, resulta agradable para él, se convierta en incómoda. La técnica de la saciedad puede conseguirlo. Le otorga a la conducta problemática el papel de recompensa, de modo que, usada de forma sistemática, el niño se canse de ella. Si un niño llora y patalea porque quiere ver la televisión, se le puede dejar todo el día delante de ella e impedirle hacer otras actividades. Si sólo quiere comer galletas, se le darán para desayunar, almorzar, merendar y cenar.
  • Estrategia paradójica: esta técnica se utiliza como último recurso cuando no funcionan otras. Se pide al niño que realice justo lo contrario a sus expectativas, así se sorprende y se crea una situación de perplejidad. Si se le reprueba siempre una conducta, como no atender durante las horas de clase, una opción es darle permiso para no hacer nada durante toda la jornada y dejarle exento de cualquier actividad educativa hasta que sienta al final, por aburrimiento, la necesidad de seguir las actividades comunes. El objetivo es convertir en una obligación algo que le resulte agradable, para que así acabe por rechazarlo.
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Mejorar la conducta infantil: el castigo

El castigo es quizá el primer método en el que piensan los adultos ante una conducta no deseada de los niños. Esta técnica resulta efectiva en algunos casos y reduce las probabilidades de que el comportamiento inadecuado se repita. Sin embargo, si se usa de forma sistemática y en contextos que no lo requieren, puede perder eficacia, sobre todo porque no propone un modelo de conducta alternativo.
Antes de aplicar un castigo es necesario tener en cuenta algunas pautas. En primer lugar, debe ser inmediato a la mala conducta, ya que es el único modo de conseguir que el niño comprenda qué se le reprueba y lo asocie al castigo. Es necesario también medir la proporción de la pena en función de la conducta. La levedad o gravedad de ésta determinará la de la infracción. Para que sea efectivo, quien lo impone debe mostrar al niño cuál es la conducta que se espera de él, contraria a la que se castiga. Hay que cuidar, del mismo modo, que no se asocie a una conducta deseada (recoger el cuarto, hacer tareas), para que el niño no la identifique como algo desagradable.

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Ventajas del bilingüismo en la infancia

13 de febrero de 2010

Fuente: guiainfantil.com

Algunos padres consideran que el aprendizaje de un segundo idioma puede representar un freno e incluso un retraso en el desarrollo lingüístico del niño, aunque no existen pruebas concretas al respecto. Alguna que otra vez, el niño podrá mezclar alguna que otra palabra entre los dos idiomas, pero esos casos son normales al principio, principalmente cuando los idiomas presentan palabras semejantes. Sin embargo, esos pequeños fallos suelen desaparecer con el tiempo.

Según algunos investigadores, los niños expuestos desde muy temprano a dos lenguas, crecen como se tuviesen dos seres monolingües alojados dentro de su cerebro. Cuando dos idiomas están bien equilibrados, los niños bilingües tienen ventaja de pensamiento sobre niños monolingües, lo que quiere decir que el bilingüismo tiene efectos positivos en la inteligencia y en otros aspectos de la vida del niño. Y que eso no representa ningún tipo de contaminación lingüística ni retraso en el aprendizaje. Dicen que es mucho mejor el aprendizaje precoz, es decir, hablar a los niños ambos idiomas desde su nacimiento, pues permite el dominio completo de la lengua, al contrario de lo que sucede si se enseña la segunda lengua a partir de los tres años de edad.

Otros afirman que son muchas las ventajas a la hora de educar a un niño para que sea bilingüe. Que todo dependerá de la forma en que se introduzca ese idioma. No se puede obligar a que el niño lo hable. Lo importante, al principio, es que el niño lo oiga siempre y se familiarice con ello poco a poco, sin prisas ni obligaciones.

Otros expertos sostienen que los niños expuestos a varios idiomas son más creativos y desarrollan mejor las habilidades de resolución de problemas. Y que además, hablar un segundo idioma, aunque sólo sea durante los primeros años de vida del niño, le ayudará a programar los circuitos cerebrales para que le sea más fácil aprender nuevos idiomas en un futuro.

Por otro lado, existen algunos científicos que continúan defendiendo el retraso del entrenamiento lingüístico y recomiendan que el niño aprenda una segunda lengua solo y cuando tengan suficiente conocimiento de la maternal.

Ventajas de ser un niño bilingüe

1- Comunicación. La capacidad de comunicación con los padres, familiares, y con más personas cuando viajan o conviven con personas extranjeras. Sumándose a eso, los niños bilingües tienen doble capacidad de leer y escribir, y su conocimiento es más amplio por su mayor acceso a la información global.
2- Cultural. El acceso a dos culturas diferentes. A la literatura, a las historias, a diferentes comportamientos, tradiciones, conversaciones, medios de comunicación, etc.
3- Conocimiento. Cuanto más conocimiento, más desarrollado será el raciocinio de un niño bilingüe. Por ello, pueden ser más creativos, más flexibles, y adquirir una mente más abierta al mundo y a los demás.
4- Oportunidades de trabajo. Las puertas del mercado de trabajo se abrirán y ofrecerán más oportunidades a las personas bilingües.


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Inglés para Infantil en Internet

19 de enero de 2010

En nuestro cole el inglés está presente desde los 3 años, mediante una clase impartida por la maestra especialista una vez a la semana. Es en estas edades cuando la inmersión en una segunda lengua resulta más fácil y satisfactoria. Desde casa podéis ayudar a través de diferentes herramientas que nos ofrece Internet. Os dejamos un recopilatorio de portales y recursos de la Red para fomentar el aprendizaje de la lengua inglesa entre los más pequeños de manera divertida, publicado por la revista Consumer Eroski:

Vocabulario

English for little childrens: la web, ganadora de uno de los premios del concurso de materiales didácticos del CNICE, clasifica el vocabulario básico en tres niveles, a través de una pantalla muy visual y atractiva. Los padres pueden acceder desde la misma página a una guía didáctica que les orienta sobre los pasos en la enseñanza desde este sitio web.

English: como apunta Javier Fernández Saez, autor de la aplicación, el trabajo en esta web "posibilita la utilización de una metodología que invita a descubrir de manera autónoma los contenidos conceptuales". El niño puede navegar por un amplio vocabulario en inglés clasificado en grupos de números, colores, partes del cuerpo o la familia, entre otros. En cada área puede ver una representación visual del término y oír su pronunciación en inglés.

Leoloqueveo: se recomienda a los preescolares que comienzan a leer, ya que dispone de un diccionario temático visual con términos destacados en inglés. Los padres pueden imprimir las fichas de cada área de vocabulario para trabajar en ellas con los niños.
Juegos y actividades

Juegos y actividades

Learnenglishkids: este portal del British Council pone a disposición de los más pequeños una amplia variedad de canciones, juegos de lenguaje y actividades para practicar inglés desde el ordenador.

Mr. Teapot: una aplicación lúdica que ayuda a resolver las dudas que surjan con la pronunciación del idioma. Está clasificada en cuatro divertidas actividades sobre vocabulario, escucha, selección y deletreo. Dispone de una interesante guía para que los padres puedan aprender a utilizar esta herramienta de forma adecuada.

Theyellowpencil: un completo portal con actividades y ejercicios on line de vocabulario y gramática. Se completa con un karaoke para recitar las canciones infantiles más conocidas o una atractiva sección sobre términos mágicos.

Angles365: con más de 1.000 actividades graduadas por niveles (de infantil hasta 6º de primaria) y agrupadas por temas o aspectos gramaticales. Para los preescolares, desarrolla fichas de vocabulario, juegos y canciones o historias para escuchar. (Interfaz en catalán).

Visto en: Consumer Eroski

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Gominolas: un cero en nutrición

13 de enero de 2010

En la revista Consumer Eroski han analizado 12 muestras de gominolas en un artículo muy interesante llegando a la siguiente conclusión: "Carecen de interés nutricional y por su gran contenido en azúcar su consumo habitual fomenta la caries, la obesidad y los malos hábitos alimentarios. Mejor consumirlos sólo de vez en cuando y en pequeñas cantidades".
Si queréis leer el artículo completo, pinchar aquí.

Enlace: Consumer Eroski.

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