Fuente: Cenit
Vamos a comentar brevemente en que consiste el periodo de adaptación para que también os sirva de reflexión y ayuda para resolver las dudas que podáis tener sobre este periodo o de algún modo superar la angustia, si la hubiera, que os puede suponer dejar al niñ@ en la Escuela Infantil.
Sabemos que el ingreso en la escuela infantil supone un cambio muy importante para el niñ@, “normalmente” es la primera vez que se separa de su familia, sale de su hogar para pasar a un espacio totalmente desconocido, con adultos desconocidos y con otros niñ@s.
Las familias también sufrís una adaptación, ya que suele ser la primera vez os separáis de vuestro hij@. Y lo mismo sucede con las maestras, que también tienen que adaptarse, cada niñ@ es diferente, hay que conocerle, saber sus gustos y preferencias, y conseguir que disfrute y sea feliz en los primeros momentos, y luego, durante el curso.
La entrada del niñ@ en la escuela infantil supone para él un importante cambio: Implica la salida del entorno familiar donde el niñ@ ocupa un papel determinado, con una forma determinada de comunicarse y con un espacio que conoce, que le da seguridad y protección, y todo esto va a modificarse: su mundo de relaciones va a ampliarse al salir del círculo estrecho familiar, nuevos adultos y nuevos niñ@s, y va a entrar en contacto con un nuevo espacio: la escuela.
Este será paso muy importante en la vida del niñ@, y aunque en algunos casos al principio la separación le resultará dolorosa, el niñ@ lo irá asimilando, y gracias a esta separación se incrementará su autonomía personal y su grado de socialización. Además de ser un paso necesario para aprender que los cambios no tienen por qué ser malos.
El niñ@ experimenta cambios en las áreas de: higiene, alimentación, sueño, rutinas... Las rutinas que se establecen en la Escuela Infantil les ayudan en su organización del tiempo y la actividad, a relacionarse con sus iguales, con los adultos y en la organización del espacio y objetos.
Es posible que durante este periodo puedan aparecer en el niñ@ conductas de rechazo:
* Hay niñ@s que desde el punto de vista somático pueden tener alteraciones de sueño, de alimentación, vómitos…
* Algunos sienten ansiedad ante la separación y pueden sentir abandono, miedo, surgen los celos de los otros hermanos, o pueden tener comportamientos agresivos.
* Desde el punto de vista afectivo y social se observa:
o Niñ@s que lloran: es la manifestación más generalizada.
o Niñ@s que no lloran y participan en la escuela de forma resignada porque la actividad les resulta novedosa, pero en el hogar manifiestan conductas negativas.
o Niñ@s que lloran y se niegan a ser atendidos por extraños.
o Niñ@s que se mantienen aislados, no participan, no se relacionan, permanecen sin moverse.
o Niñ@s que se aferran fuertemente a algún objeto que traen de casa, participan pero con el objeto en la mano.
Debemos saber que estas son manifestaciones normales de este periodo y que si lo entendemos de una forma natural estaremos ayudando al niñ2 en la resolución de este proceso que es el periodo de adaptación.
Para todo ello va a necesitar que le ofrezcamos una gran comprensión y ayuda, ayuda que no consiste en evitar sus sentimientos y conflictos, sino en entenderlos. Y que comprendáis que cada niñ@ tiene un ritmo de adaptación personal que hay que respetar.
Cuando hablamos de la separación mutua de niñ@-familia, entendemos que no sólo se adapta el niñ@, sino que los padres van a tener que adaptarse también.
Los padres tendréis una gran influencia en sus temores, sus expectativas, su ansiedad,... todo lo que vosotros sintáis: La inseguridad, la culpabilidad por la separación, el temor ante el cuidado que vaya a recibir el niñ@, todo eso son sentimientos habituales en los padres, pero debéis cuidar al máximo vuestras manifestaciones externas, para no trasmitir al niñ@ inseguridad.
Consejos para padres
Algunos consejos que podemos daros son:
* Recordaos que vuestra actitud es muy importante. Es necesario no actuar con inseguridad, duda o culpabilidad.
* Durante el periodo de adaptación, en la medida de vuestras posibilidades es conveniente que intentéis llevarle y buscarle vosotros, eso le dará seguridad y se acostumbrará antes al cambio.
* Debemos evitar el chantaje afectivo de “no llores que mamá se va triste”, o la mentira “no llores que mamá viene ahora”.
* Cuando sea la hora de marchar es mejor no alargar la situación: decir adiós con seguridad y alegría. Es importante que no piense que la marcha de los padres es opcional o que si protesta con fuerza impedirá la partida.
* No prolongar las despedidas en exceso. Hay que trasmitir al niñ@ que lo que estáis haciendo es lo mejor para él.
* Dejaremos que el niñ@ lleve, si así lo desea, su juguete favorito, algo que le sea familiar y le mantenga unido con su hogar.
* No es un buen momento para introducir más cambios en la vida del niñ@ (quitar pañales, cambio de habitación...) Será conveniente esperar a que supere el proceso de adaptación.
* Evitar al recogerle frases como “ay, pobrecito, que le hemos dejado solito”, “¿qué te han hecho?”
* Puede que el niñ@, en el reencuentro con los padres llore o muestre indiferencia, estas son algunas manifestaciones que no deben angustiarnos, a veces el niñ@ también experimenta sentimientos ambivalentes, contradictorios, al mismo tiempo siente la separación con la maestra y el deseo de ir con sus padres.
* Es posible que surjan pequeñas dificultades, no os alarméis, solo está adaptándose a un ritmo diferente.
* Ese pequeño desequilibrio del inicio del curso debe contemplarse desde una actitud serena de normalidad.
Objetivos para las familias
Os proponemos como objetivos para vosotros:
* Que superéis la angustia de la separación.
* Que confiéis en el equipo.
* Que os despidáis de vuestros hij@s sin engaños y con seguridad.
* Que conozcáis y valoréis el periodo por el que pasan vuestros hij@s.
Objetivos para los niñ@s
En cuanto a los niñ@s, en el periodo de adaptación es muy importante la separación con los padres, pero no es solo eso, podríais pensar que si vuestro hij@ no llora, se muestra contento y confiado, no necesita un periodo de adaptación.
Pero este periodo implica a otras muchas cosas: como objetivos durante este periodo el niño debe:
* Aceptar el nuevo espacio y ser capaz de moverse libremente en él.
* Explorar el nuevo material.
* Adaptarse a las rutinas.
* Comprender y recordar las normas y pautas que la maestra va estableciendo.
* Establecer vínculos de afectividad con la maestra y los demás niñ@s.
* Admitir progresivamente la separación de sus padres.
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