Fuente: Baby Blog Lo cierto es que los carnavales son fechas de jolgorio, fiesta y alegría, y cualquier excusa es buena para pasárselo bien, sobre todo si es en familia. Así que ¡a disfrutar!
Los carnavales están a la vuelta de la esquina y muchos niños y padres ya están ilusionados buscando el disfraz más adecuado para la ocasión. En muchos lugares se celebran desfiles y fiestas, y en los colegios y escuelas infantiles suelen preparar su propia celebración, en la que profesores y alumnos se disfrazan.
En la actualidad hay en el mercado una amplia gama de modelos para elegir, pero a muchos padres y niños les sigue gustando el "háztelo tu mismo". Lo cierto es que, si tenéis tiempo y ganas, es una buena manera de realizar una tarea divertida y en equipo junto a vuestros hijos.
Os habréis dado cuenta de que a todos los niños les gusta disfrazarse (en realidad no es a todos, pero sí a la gran mayoría). ¿Por qué les gusta tanto? Los niños no necesitan que lleguen los carnavales para disfrazarse. Cualquier fecha del año es buena para ellos. Disfrazarse o jugar a ser como el otro, forma parte de su desarrollo. Favorece el juego simbólico, la imaginación y la creatividad. Ellos observan atentamente qué hacen los adultos, algún personaje de ficción que esté de moda o alguien que les atraiga por algún motivo en especial; y se apropian de ello. Imitan esas acciones en sus juegos y van introduciendo modificaciones según les va pareciendo. Son capaces de conjugar en sus juegos realidad y fantasía, dar rienda suelta a su imaginación y meterse en el pellejo de Batman o Spiderman, por ejemplo, e ir salvando a los buenos y atacando a los malos. Por tanto, no es necesario esperar a los carnavales para disfrazarse. Es recomendable tener en casa un baúl con telas, gorros, y disfraces a los que los niños puedan acceder cuando quieran.
El hecho de que los niños se puedan disfrazar cuando quieran no quita para que los carnavales sean un acontecimiento especial. Esa ocasión ya no es un "yo me disfrazo en mi casa con mis amigos", sino que todos se disfrazan, uno puede salir a la calle con su disfraz preferido, hay fiesta y comida, y todo es muy divertido. Y... ¡los mayores (bueno, algunos) también se disfrazan! Es genial ver a papá vestido de pirata o a mamá de payaso.
Si algún niño no quiere disfrazarse no le obliguéis, sobre todo si es pequeño. A veces es por temor a lo desconocido, porque se ha pegado algún susto otro año con algún disfraz, o simplemente por vergüenza (no quiere ser el centro de atención). Sería bueno tener en cuenta algunas precauciones:
0 Comments:
Post a Comment